domingo, 26 de julio de 2009

AUPA AUPA !!!





Hola amigos.

Esas 2, las del título, han sido las palabras más escuchadas en este fin de semana en la carrera más bonita de mi historia atlética: La I ZUMAIA FLYSCH MENDI MARATÓN. Una carrera que transcurre por el biotopo del Flysch en Zumaia y que realmente es esplendida en todos los sentidos como os intentaré relatar un poco más adelante.

Primeramente hay que poner las cosas en orden y contarlo todo desde el principio. Esta carrera fue preparada convenientemente desde el viernes tarde cuando, con mi incombustible “moreneta”, arribamos a Donosti prestos a hacer otro tipo de carrera: la de los “pintxos”.

Acuciado por mi jefe, Donostiarra algo renegado, me fue marcado un itinerario que al igual que iba a suceder en la carrera, la de verdad, tuvo 6 avituallamientos previos a llegar a la ansiada meta: la cama del hotel.

La peregrinación gastronómica comenzó en el barrio de Gros allá por las 21’ 30 H. Lugar: El Garbola. Croquetas de Hongos y enlaladilla de gambas con caviar y primer par de zuritos. Muchas tentaciones de continuar “apretando” el ritmo, pero la noche era larga y había que dosificar. Me quede con las ganas de probar algunas cosas que saltaban a la vista así como algún buen caldo que se atisbaba.

El siguiente punto de avituallamiento se encontraba justo al doblar la calle. (Que bien que estén tan seguidos) Garito: El patio de Ramuncho. Guindillas fritas para aparentar que éramos lugareños y primer trofeo de la noche: rabo de toro. Sinceramente, de 2 orejas y tocayo. Más zuritos y siguiendo la carrera luchando a codazo partido por hacer hueco en la barra.

La prueba cambió un poco de escenario y tras cruzar el puente que separa Gros del Barrio Viejo nos comenzamos a adentrar en el corazón del bullicio donostiarra. La tercera parada y primera de lo serio fue en la calle que probablemente tenga más bares por metro cuadrado de España: (o de Euskadi para los nacionalistas) La calle Fermín Calvetón. A esas horas miles de lugareños mezclados con guiris de todos los colores y acentos, se apostaban en las puertas de los locales tratando de buscar un hueco salvador para echarse algo a la boca. Nosotros a dentellada limpia y con los codos en ángulo de 90º nos hicimos sitio en “Goizargui” donde llegó la segunda medalla de la noche: Una Brocheta de gambas para echarse a llorar de lo rica que estaba. Y debía de estar buena porque en los 15 minutos que resistimos de pié en un rinconcito, prepararían no menos de 50 para los famélicos que por allí deambulábamos a empellones.

Esos empujones no fueron nada para lo que nos esperaba en “La cuchara de San Telmo”. Un local que no pasaría los 60 metros cuadrados y donde parecía que hubiera no menos de 60 docenas de personas cuales mendigos a la puerta de la beneficencia en día de nochebuena. Allí habían bocados, hurtos, discusiones; “eh, ese pintxo es mío” “Yo estaba antes…” Pero todo valió la pena para poder echarnos al buche la medalla de oro absoluta de la noche: “Carrillera ibérica” ¡Que cosa tan buena! Al mismo tiempo tomamos un poco de pato, que al lado del cachete del gorrino no tenía comparación. Lo único malo es que cuando me aprestaba a pedir no menos de media docenita más de carrilleras para empezar a echar boca, la “amable” señorita que atendía me espetó una frase que se clavó en mis oídos como agujas incandescentes: “la cocina está cerrada”
Como os podéis suponer intenté negociar lo que pude para que este hecho no nos afectara pero lo único que conseguí es que me trajeran unas costillitas que sobraban de alguna parte…

Con el cabreo consiguiente tuvimos que ir a rematar la faena sólida y eso ocurrió en otro local, “Gambara” donde lo más destacable eran unos mini- croissant con diversos ingredientes. Una vez saciada la ansiedad que nos produjo el aborto del festín de carrilleras, y engullidos 7 u 8 de los bollitos dimos por concluida la incursión por el casco viejo, pero para rematar la carrera nocturna faltaba una visita inexcusable al campeón del mundo de Gin Tonics: Pub Dickens, en el boulevard de Donosti. Pub regio, clásico, de camarero/as con chalequito y esas cosas. De los de toda la vida de rancio abolengo.

El gin tonic es espléndido. Lo más curioso es que los ingredientes son muy normalitos en cuanto a la parte líquida: tónica schweppes y Bombay del barato, pero mezclado con el hielo especial y extrayendo la parte amarga del limón consigue un sabor y una frescura digna de encomio. Después de esto, y atisbando la meta ya cerca, obviamente no me pude resistir y tuve que repetir. Lo curioso es que hablando de la forma de hacerlos, de las técnicas enopáticas del ilustre Juan Ferrer, del Martin Millers doblemente destilado en alambique de cobre, de las bondades de la tónica americana “Q-tonic”… hete aquí, que como por arte de magia, aparecieron los mencionados ingredientes y pude degustar la receta con otros licores. No se si a esas alturas de la noche las glándulas gustativas estaban en plena forma, pero la cosa fue diferente; ni mejor ni peor, diferente e igual de ponderable.

Una de las cosas buenas que tiene este local, es que hay una parada de taxis en la puerta, lo cual resultó de agradecer. Llegada al hotel: 3’ 30 H AM. La carrerita nocturna había durado 6 H (como la maratón de espadán) y no necesitamos atención médica. Bien !!!

El sábado, pues que queréis que os diga… lo pasaremos por alto y nos centraremos ahora en lo serio y en el motivo principal de este viaje: el trail por montaña en el biotopo del Flysch en Zumaia.

Antes os decía que ha sido la carrera más bonita que he disfrutado en mi vida y lo reafirmo fervientemente. El recorrido es de ensueño. El biotopo del Flysch es una reserva natural, hasta ahora poco conocida y que para los parroquianos del lugar estoy seguro que hubieran preferido que siguiera así y no le hubieran dado esa publicidad de biotopo y demás zarandajas.

Los parajes son de película; montaña, terreno verde y blandito, las vistas… ni os cuento. ¡Que acantilados entremezclados con colinas! ¡Que calas…! Lo dicho: una pasada.

Encima de todo eso la organización ha sido perfecta. Más de 100 personas cubriendo los desvíos, los senderos, los avituallamientos, la meta, la atención médica… Había señales cada 10 m. Era imposible perderse Mención aparte había que hacer a los lugareños que han animado sin parar por cada recodo, por cada aldea y por cada caserío de los que hemos pasado por delante. “Aupa, Aupa ta-kzzetedmnetkkkak” (la tercera palabra la transcribo ininteligible al igual que la mayoría de cosas que nos decían en Euskera y que no me enteraba… Me quedo con el Aupa Aupa, o Upa Upa, dependiendo de los acentos y de los cierres fonéticos)
La verdad es que todo ha sido excitante. El recorrido propiamente es un rompepiernas XXL. No es que se suba a mucha altura puesto que la cumbre más elevada apenas llega a los 200 m, pero es que se suben docenas de ellas y con cambios constantes en cortos espacios de tiempo. No es que estuviera en mi mejor forma y menos después de los pintxos, pero 3H 39’ en 27 Km, atestiguan la dureza de las veredas en cuestión.

Hay que añadir la cantidad de ganado que se encuentra por esos lares, y lo mejor de todo, un San Fermín improvisado. Km 17 más o menos, cuando un servidor estaba rodando a ritmo de trote cochinero por un falso llano, tranquilo, relajado, disfrutando del paisaje, mis ojos no dan crédito a lo que ven: 3 cornúpetas tamaño “Ermitaño” corriendo hacía servidor y azuzados por un pastor que gritaba incomprensibles palabras en Euskera. Tras unos breves momentos de zozobra y confusión, acrecentados por el histerismo de una corredora que llegaba justo en ese momento, mi mente ha comenzado a trabajar con celeridad haciéndome varias llamadas: la primera cantar a pleno pulmón el famoso himno de encomienda: “A San Fermín pedimos por ser nuestro patrón, nos guíe en el encierro, dándonos su bendición” Y es que por un instante me parecía que estaba en la vecina Iruña, pero corriendo por la calle estafeta en sentido contrario; en dirección a cuesta de santo Domingo. Como tampoco tenía ninguna muleta a mano para lidiar con la situación e intentar hacer faena, al final la llamada mental ha sido la menos heroica, pero la más sensata. Ocultarme raudo y veloz tras un improvisado burladero consistente en las sacas de hierbajos que recolectan como comida para las bestias que por allí pastan y esperar tranquilamente a que pasara la manada y el pastor con su vara no fuera que encima recibiera un varetazo. Al final eran bueyes, pero tenían un tamaño de tractor y pegaban unos gritos y cabezazos que parecían Pablo Romeros.

Ah, a todo esto se me olvidaba un penalti que me ha hecho una rama unos Km atrás y que aunque ha sido clarísimo y ha dado con mis maltrechos huesos en el suelo, el arbitro parece no haber visto nada. En ese momento iba solo y ha habido daño pero no la vergüenza propia de estos casos.

Para acabar hay que alabar una vez más a mi “moreneta”, que el día menos pensado me va a ganar en buena lid. Esta carrerita ha sido la culminación de la preparación para el Maratón de Helsinki el 15 de Agosto y la ha acabado como lo que es; una campeona. Menos de 4 horitas que está muy, pero que muy bien…

Bueno ya me he extendido bastante, quizá inspirado por una cita que tengo el próximo martes para comer con uno de los escritores por los cuales tengo mucha debilidad: Ferran Torrent.

Eso os lo cuento la próxima semana que seguro que es algo notable.

101 abrazos.

domingo, 12 de julio de 2009

CAMINO A HELSINKY

Hola amigos.

A falta de mejores retos que plantearse con estos calores y con el síndrome menopáusico pos-Ronda, lo único que nos queda, de momento es pensar en la próxima cita importante que hay a la vista: Helsinky Marathon el 15 de Agosto.

No es que sea el desafío más importante de mi vida, pero será una buena prueba para ir pensando en el futuro atlético y en el final de la temporada natural que comenzó hacía finales de Agosto del año pasado en Fuentes Claras.

Para ello, siempre con mi incombustible moreneta, que por cierto, hoy ha cumplido los 44, (el año que viene de veterana C va a arrasar) hemos participado en 3 carreritas preparatorias en los 3 respectivos últimos fines de semana:

28 de Junio: I edición del cross de Piedralaves. Carrera de esas de las que le gusta desvirgar a Javier Muñoz; bonita y dura a la vez. La moreneta 3ª clasificada en la general de veteranas: trofeo y chorizo.

4 de Julio: 10 Km de Montán. Para nosotros fueron 3 porque en las primeras rampas "Moreneta per l' aire again" Y es que a la Srta. le cuesta beber agua, y con estos calores... retirada, suero en la UVI y posterior celebración del éxito cosechado en casa del Boyle con champagne y gin tonic.

Esta semana la cosa ha vuelto a la normalidad y hemos ido a la Soriana y bonita ciudad del Burgo de Osma, donde con un calor insufrible hemos acabado lo más dignamente que hemos podido la X edición de su Media Maratón.

En las próximas semanas nos queda, además de algún entrenamiento larguito la I Zumaiako Flysch Mendi Lasterketa, que traducido al cristiano, es una primera edición de una carrera de montaña por los acantilados de Zumaia. 27 Km que tienen un buen aspecto además de la dureza del perfil. Luego nos quedarán, seguramente las 3 Leguas de Villamalea, y probablemente la Media Maratón de Navajas. Con eso y un bizcocho, a Helsinky a bajar de los 8 (periodos de media hora)

Tengo que mencionar que el otro día haciendo zapping pude ver un reportaje del Iron Man de Lanzarote. !Que envida! Acto seguido y navegando por el blog del Mago Pepo vi que este, junto a un nutrido elenco de amiguetes, se había apuntado al Iron Man de Frankfurt para el próximo año. Ante tal inyección de fervor atlético no pude sino ir a la página web del evento, donde por pura suerte se había cerrado el plazo de inscripción para la prueba. Mi cerebro estaba ya planificando una visita a Decathlon para la compra del material oportuno posteriormente de la consabida llamada a Bonafont para embarcarlo en la aventurilla. !Menos mal ! Esta vez ha habido suerte, pero para la próxima (IM de Zurich) no se si va a haber tanta. En eso estamos...

Os iré contando.


101 Saludos.


P.S. Por cierto, hay algun amigo seguidor del blog que parece querer reengancharse a las actividades corredoras. Sinceramente, la moreneta y servidor lo echamos de menos en alguna línea de salida.


MAYO 2011

CIENTOUNERO SUB 15